Hola, mi nombre es Gabrielle. Soy de piel blanca, cabello castaño, 100 de busto (con la imposible talla 32 D), 60 de cintura, 100 de cadera. Mido 170.
Mi historia comienza cuando me comenzó a gustar un “niño” el era alto de 1.75 igual piel clara de unos 24 años. Sin embargo habia tres cosas que lo hacían diferente a los demás:
1.- Un cuerpo que me hacia pensar lo peor
2.- Una voz que hacia que me mojara
3.- Su boca (que cada que me besaba anhelaba que estuviera en otro lugar)
Lo conoci en una fiesta por culpa de mi hermano mayor, yo comenze a tomar y no lo dejaba de mirar, tratando de esconder lo mucho que me prendia me fui a un cuarto alejado donde estaba una mesa de billar pero el me siguio…
Comenzamos a hablar y de repente, sin esperarlo, metio su lengua en mi boca, lo cual hizo que comenzara a sonrojarme. Creo que lo noto y empezo a subir su mano tocando mis tetas y causandome un placer que no conocia. Yo me hice hacia atras y el me pego contra la pared, me levanto la falda y metio sus dedos en mi vagina. Se metio despues sus dedos a su boca y probo mis jugos. Sus ojos parecian fuego y antes de comenzar, solo me dijo:
-Putita, quieras o no te voy a hacer gritar de placer hasta que me ruegues que me detenga
No alcanze ni a contestar cuando se bajo el cierre y puso mi mano en su enorme verga con lo cual me asusto porque ni siquiera sabia que era o que se hacia; el con su excitante voz arrogante me dijo:
-Primero aprenderas a mamar una verga
Movia mi mano una y otra vez en lo que con la otra me jalaba la cabeza y mordia el cuello, no pude soportarlo, estaba tan exitada que entre en frenesi y comenze a mamarsela como si fuera una paleta de fresa (aunque su verga era mucho mas grande jaja) el gritaba y gemia, me ordenaba que siguiera, yo solo sabia que queria sentirla en mi.
Se vino en mi boca lo cual me prendio a morir y para emparejar las cosas, me acosto en la mesa de billar, me rompio el vestido, arranco mi ropa interior y me comenzo a mamar las tetas en lo que me tocaba la vagina para despues comenzar a bajar y hacerme un oral que en serio de solo recordarlo me mojo.
Bueno continuando con esto (y esperando no aburrirlos) cuando nuevamente estuvo en pie me empino y me la metio hasta el fondo con lo cual grite pero nadie me escucho por la musica de la fiesta, en fin, entonces el me dio una nalgada y comenzo a metermela cada vez mas fuerte, yo cada vez mas caliente, obtuve mi primer orgasmo entre sudor y sangre.
Pero queria mas y el ya daba igual, ya sabia lo que queria, queria mas. Asi que lo acoste sobre la mesa y comenze a montarlo, cada vez mas fuerte, cada vez mas salvaje, ambos gritabamos y gemiamos, los rasguños y mordidas nos excitaban mas.
Cuando de repente, siento algo que me hace gritar, gemir, sacarme de si, su leche en mi vagina y eso me impulso a seguir y seguir, ya mis piernas no podían pero nuestro deseo se hizo tal que el dolor ya no importaba, solo queriamos mas del cuerpo del otro.
Cuando ya no quedo nada de energia en nuestros fatigados cuerpos nos recostamos y pude observar como brillaba mi cuerpo entre el sudor, los rasguños, la sangre y mis jadeos.
Me vesti a como pude y cuando ya me iba solo me dijo:
-Putita, aun te falta mucho por aprender…
Lo cual no se por que pero me prendio su voz de desafio.