De repente en medio de la noche desperté, y senti su mano sosteniendo la mía mientras él aún dormía, entre penumbras observe su perfil, y en ese instante lo deseé más que siempre, y me fui despojando de mi pijama, cuidando de no soltar su mano primero el pantalón despues mis calcetas, me sentí muy húmeda, y comencé a levantar mi camiseta, ahí sentí su mano en mi espalda ayudandome a retirarla y al acariciarme sentí esa descarga que eriza mi piél con su tacto convirtiendose entre mis piernas en lub, y nos fundimos en besos mientras le ayudaba con su pijama, para ya desnudos acariciarnos sin pudor ni limitantes, prendido a mis pechos entre gemidos me dice lo mucho que me disfruta...
Y nos colocamos en un delicioso 69 con su falo en mis labios me prendo de él, lamo sus testículos, los acarició, y le doy un largo y juguetón beso negro que su gemido me indicó como lo disfruto
Ahogado entre mis labios, eleva mi cadera y comienza a darme de besitos negros de tal manera, que me hace temblar, y siento mis pechos duros y tirantes, continuamos acariciandonos y besandonos, mientras me penetra dejando sentir todo su rigor y mis caderas alrededor de su cadera en ese frenético vaivén. Mme giro para quedar de rodillas con el detrás de mi y lo siento más en lo profundo besando mi espalda, y así continuamos cambiando de posiciónes, desfogando nuestro mutuo deseo inundandome de su miel, con nuestra respiración agitada nos acurrucamos a seguir durmiendo, desnudos
Cuando despues de un rato nos acomodamos de cuchara y al cruzar su pierna entre las mías su glande quedó en posición de sentir mi humedad aún palpable y le senti despertar y reclamar lo que por derecho es suyo y así continuamos toda esta noche... Y en este momento estoy en la oficina cansada, satisfecha y con mucho sueño... Y quiero más