El hecho que cuento a continuación ocurrió hace casi cuatro años. En ese tiempo Mayka tenia un novio que era R.R.P.P. (un Relaciones Publicas) de la discoteca que teníamos aquí, al poco tiempo de empezar la temporada hubo algunas bajas entre los camareros y su novio aprovechó para meterla allí a trabajar, ya que solo tendría que trabajar los sábados, pagaban bastante bien y el número de horas no era excesivo. Ella no tenía mucha idea de echar copas y tampoco experiencia ya que no había trabajado nunca de
camarera, pero el hecho de que tuviera un buen físico hizo que el dueño de la discoteca no pusiera ningún impedimento. A Mayka
escorts le causó impresión conocer a aquel hombre y lo primero que pensó es que con él de jefe, no hacían falta ni porteros en la discoteca; Juan Tomas (así se llamaba) era un hombre cuarentón de más de dos metros de altura y que podría rondar los 140 kg de peso.
Las cosas iban bien y al poco, ya estaba también de camarera los viernes, fue conociendo gente y haciéndose amiga de ellos, como por ejemplo su compañera de barra Tamara, una chica ya madre de un niño de poco más de un año pese a tener su misma edad. También hizo buenas migas con dos de los porteros que allí trabajan, Vasco (así lo apodaban) y Antonio, ambos muy simpáticos pese a las apariencias. El primero no llegaría al 1,90, pero sí que pasaría bastante bien de los 110 kg, con cara de bueno, y con gran sentido del humor, si bien en más de una ocasión le había comentado su novio que con él tenía que tener cuidado ya que le cambiaba el humor muy rápido y más de una vez le había visto pegarle autenticas palizas al típico borracho que iba a la disco a buscar problemas. En cuanto a Antonio era todo lo contrario, alto y estilizado, rondaría los dos metros, siempre con gesto serio, una persona llana y sencilla que en cuanto abría la boca se veía que era incapaz de hacerle daño a una mosca.
La relación con su jefe también dió un giro, ya que si al principio era de respeto con un poco de temor, ahora el temor había desaparecido y si bien seguía sintiendo respeto hacia él, ya tenía claro que su jefe era un cachondo que estaba todo el día de guasa, pegando “tiritos” a diestro y siniestro y alguien al que le gustaba usar frases con doble sentido que provocaban más de una carcajada de el personal.
Así estaba la situación. Llegó Navidad, en la que las cosas no pudieron ir mejor ya que la discoteca ganó muchísimo dinero con el cotillón, pero... en el mundo de la noche no es oro todo lo que reluce y eso Mayka también empezó a descubrirlo poco a poco. Primero la gran mayoría de los tíos no paraban de decirle borderias (niña que te metía de “to” menos miedo, ojú hija en tu culo descargaba yo mis huevos y un sin fin mas de cosas), segundo y más grave, las drogas, mas de una vez pilló a algún portero metiéndose una rayita en el servicio privado, incluso una vez pescó a su compañera Tamara, su novio viendo lo que había, dejó de trabajar allí y solo hacía decirle a ella que también debería dejarlo, pero Mayka, viendo que el comportamiento de sus compañeros a pesar de la droga no cambiaba, decidió seguir trabajando, ya que le suponía un buen sueldo. A parte pensó, cobro lo mismo y encima me voy siempre antes que Tamara, que ella la pobre siempre se queda allí una hora más haciendo la caja, no es que me pueda quejar precisamente.
Poco a poco la temporada fue llegando a su fin y como premio al excelente trabajo realizado Juan Tomas contrató un catering para una cena a puerta cerrada en la discoteca para sus empleados, su novio también estaba invitado pero por discrepancias decidió no acudir. La cena fue espectacular, el problema es que en cuanto los del catering recogieron y se fueron el ambiente empezó a enrarecerse un poco, ya que la mayoría de compañeros empezó a consumir drogas, algunos m.d.a., otros cocaína... , otros directamente se fueron, pero ella decidió quedarse allí no sabia muy bien por qué. Al poco rato el resto de la gente fue dando la fiesta por acabada y comenzaron a irse, hasta que solo quedaron su jefe, Tamara, Vasco, Antonio y ella. Como solo estaban los cinco Juan Tomas dijo de ir a su despacho que estarían mas cómodos, quitar la música y apagar la mayoría de luces de la discoteca para no hacer mas gasto. Y allí estaban en los cómodos sillones del despacho bebiendo una copa de un buen ron reserva, cuando Antonio dijo que qué mejor para acabar la fiesta que ir a su coche a por una cachimba que tenía en el maletero, a lo que Vasco respondió que perfecto que él iría al suyo que tenía un poco de marihuana en la guantera y se la podrían echar.
En un instante estaban los dos saliendo del despacho y dirigiéndose hacia sus coches, en ese momento Tamara dijo que necesitaba ir al servicio, Mayka se ofreció a acompañarla, pero Juan Tomas entonces bromeó con que si no les daba pena que lo iban a dejar allí solito pobre de él, entonces ella entre risas se volvió a sentar y su compañera salió hacia el lavabo.
Había pasado un rato (el suficiente para que su jefe acabara la copa), y nadie volvía, ella se estaba empezando a impacientar cuando de repente Juan Tomas le dice que la botella se ha terminado que si hace el favor de ir por otra a la barra de la sala vip, ya que de ese tipo de ron solo tenían botellas allí. A lo que ella contestó que claro que sí, que no tardaba. Caminó y no tardo en llegar a la sala, pocas luces quedaban encendidas en la discoteca y le costó un poco encontrar la botella, pensó que qué raro lo que estaban tardando los demás en volver, quizás ya hubieran llegado mientras ella estaba allí, pero cuando estaba saliendo de la sala escuchó unos ruidos, se asustó un poco, miró hacia los lados y no pudo ver a nadie, puso un poco más de atención y creyó saber de donde provenían esos ruidos, así que se dirigió a una puerta de emergencia que había al lado, que daba a un pasillo privado por el cual entraban ellos a trabajar.
Con mucho cuidado fué abriendo la puerta poco a poco tratando de no hacer ruido, al abrir la puerta los sonidos se fueron volviendo más claros y pudo diferenciar ya lo que claramente eran varias respiraciones agitadas y unos golpes parecidos a palmas sordas. Cuál fue su sorpresa al asomar la cabeza y encontrarse a su amiga Tamara con las manos apoyadas en la pared, con el top bajado, colgando sus grandes tetas y la falda subida, recibiendo embestidas de... de Vasco!, pero eso no era todo, a pocos metros se encontraba Antonio relamiéndose, a la vez que se masturbaba (hay que decir que tenía una polla normalita), este de vez en cuando soltaba algunas palabras como sigue así o dale fuerte, animando a su compañero. Esta escena calentó mucho a Mayka, que sin poder remediarlo llevó una mano a su entrepierna por debajo de su fino vestido azul y empezó a acariciarse por encima de sus braguitas. Todo aquello la estaba excitando muchísimo y si seguía así no tardaría en llegar al orgasmo, las piernas le temblaban, se mordía el labio y la botella que tenia en su otra mano corría serio peligro de acabar en el suelo.
Así estaba la situación cuando una frase de Vasco no hizo otra cosa que sorprender más a Mayka, que casi se corre en el acto al escuchar como este le preguntaba a Tamara que si estaba contenta, ya que como hoy no tenía que hacer la caja no se la podía follar Juan Tomas, que por muy grande que este tuviera su miembro, que si no creía que dos eran mejor que una, y si, dijo dos, porque Antonio la había separado un poco de la pared y le había colocado su polla en la boca, así que Tamara solo pudo contestar en forma de gemir un poco más fuerte.
Mayka estaba que no daba crédito, así que esa era la razón por la que su compañera siempre tardaba una hora o más en hacer la caja cuando terminaban con su horario de camareras y esta se encaminaba al despacho de su jefe. Con sus bragas empapadas, estaba dándole vueltas a lo que había oído cuando reaccionó... Juan Tomas!, se dio cuenta que ella había salido del despacho a buscar la botella que tenía en una mano y que por algún milagro no estaba en el suelo; si no me doy prisa el jefe saldrá a buscarme y si ve esto nos despedirá a todos pensó, así que con mucho cuidado cerró aquella puerta por la que asomaba sin hacer ruido, dejó por un instante la botella en una barra, se seco los dedos que tenia empapados de masturbarse con una servilleta, colocó bien su vestido, respiró hondo, cogió de nuevo la botella y se dirigió hacia el despacho.
Cuando llegó su jefe exclamó un vaya por fin, con una sonrisa en la boca, lo que la tranquilizó al ver que no estaba molesto a pesar del rato que había tardado, solo notó una cosa distinta y es que Juan Tomas se había cambiado de los cómodos sillones a una silla que tenia detrás de su mesa de despacho, deja la botella en la mesita de allí le dijo este, ella soltó la botella y cuando se iba a sentar su jefe le dijo que no lo hiciera, que se acercara un momento, a ella le resultaba un poco incomodo andar ya que notaba la humedad de las bragas entre sus piernas, pero caminó hacia la mesa sin protestar.
Mientras se acercaba su jefe desvió la mirada hacia un mueble de su derecha que tenia abierto, por lo que ella pensó que a lo mejor quería que le acercara algo de ahí. Pero cual fue su sorpresa cuando al acercarse más, comprobó que dentro de aquel mueble no había ni vasos ni licores ni nada por el estilo, si no que lo que se encontraba allí eran pequeñas pantallas, obviamente de las cámaras de seguridad de la discoteca. Y entonces lo vio, una cámara de seguridad allí, en el mismísimo pasillo en el que ella se encontraba hace escasos momentos, pero no se veía a sus compañeros porque... esa cámara estaba dirigida hacia la puerta! Sí la misma puerta en la que ella había estado espiando y masturbándose; tranquilízate pensó, solo asomé medio cuerpo, no se puede descifrar mucho por eso, pero al seguir mirando se dio cuenta de que otra cámara enfocaba desde la esquina de la sala vip a la misma puerta, es decir, lo mismo pero desde el otro ángulo y desde ese lado si se la podría haber visto fácilmente.
No sabía que pensar, esperaba que su jefe no hubiera visto nada, estaba empezando a sudar, pero... misteriosamente también estaba empezando a sentir un cosquilleo, ¿es que quizás le excitaba la idea de que su jefe casi con total seguridad la había visto?, todo esto quedó claro en cuanto este le preguntó que si le había gustado lo que veía, a lo que ella no supo que responder. Juan Tomas siguió a lo suyo, y empezó a hablar, me supongo lo que has visto, ya que aquí faltan tres personas desde hace un buen rato, y no creo que en lo que se supone que iban a hacer se tarde todo este tiempo, otra cosa, y esta no me la supongo, ya que te he visto, es que estabas... disfrutando por así decirlo, de la situación, y eso no me lo podrás negar, pena que según creo no has podido terminar, ¿me equivoco? Le preguntó. Mayka no sabía que decir, estaba avergonzada, su jefe la había pillado masturbándose y eso no tenia defensa ninguna, así que para no empeorar las cosas contestó con total sinceridad, no, no terminé.
Estas palabras parecieron actuar de resorte para su jefe, que le dijo pues no te preocupes que yo terminaré lo que tu empezaste, antes de levantarse poco a poco de su sillón, haciendo que Mayka se diera cuenta que sus pantalones no deberían de andar más alto de las rodillas como mucho, ya que dejaron a su vista, esa polla de la que tantos rumores había y que no se sabían cuales eran ciertos y cuales no, lo que si es verdad son las dos únicas palabras que ella logró articular cuando vio semejante pedazo de carne, dios mío! Exclamó; no era para menos, porque ante sus ojos tenía una verga que muy posiblemente alcanzara la treintena de centímetros y que además era gruesa.
Viendo que Mayka no reaccionaba, Juan Tomas terminó de sacarse los pantalones y se acercó a ella sosteniendo su polla con la mano derecha, ella no podía dejar de mirar el tamaño de esa cosa, estaba impresionada, tanto que cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando ya era demasiado tarde, y es que la otra mano de su jefe ya iba dirección a su entrepierna, cuando el puso sus dedos en las braguitas de ella dijo, vaya pero si esto está empapado, tenemos aquí una guarrita a la que le gusta mirar, y diciendo esto apretó un poco mas con sus dedos el chochito de Mayka por encima de las bragas, haciendo que esta diera un gemido de placer y con sus manos se apoyara en los brazos de el.
Casi se corre al instante, aquello la estaba sobrepasando, pensaba en su novio y lo que lo queria, pero... también lo estaba disfrutando, su jefe viendo la nula resistencia le dijo que se agachara y empezara con su tarea y ella sin dudarlo se agachó y cogiendo con sus dos manos la tremenda polla de este, empezó a meneársela, era increíble, todavía sobresalía casi media polla de sus manos así que comenzó a lamerle el glande, primero pequeños toques como quien no quiere la cosa, después ya empezó a recrearse haciendo círculos con su lengua y cuando vio que esto a Juan Tomas le estaba encantando, se la metió en la boca, no le cabía mucho, pero ella se estaba esmerando para satisfacción de su jefe. Él viendo que si seguía así no tardaría en llenarle la boca de leche, la cogió de la cabeza, la paró y la levantó, obviamente no quería desperdiciar el momento de poder follársela, así que le sacó el vestido, le quitó el sujetador y empezó a chuparle las tetas, en su boca cabía perfectamente casi una entera, a Mayka le gustaba como lo hacía, le agarraba la cabeza, le acariciaba el pelo... pero más le gustó cuando este la montó sobre la mesa del despacho, le puso las dos piernas hacia arriba, le levantó un poco la cadera, y así en esa posición le fue quitando las braguitas apretadas y empapadas, dejando una excelente visión de su coño y de su culo, para después empezar con unas lamidas bestiales que de abajo a arriba abarcaban todo.
Cuando Juan Tomas ya no pudo aguantar más, colocó la punta de su enorme polla en la entrada del chochito de Mayka, y poco a poco, muy lentamente fue metiéndosela, no sin trabajo, le metía un poco y la volvía a sacar, así otra vez pero metiendo un poco más, para que se fuera acostumbrando al tamaño, ella de mientras recibía aquello abierta totalmente de piernas y cada vez que la penetraba su jefe se sentía totalmente llena. Él consiguió meterla casi toda debido a la gran excitación que esta tenía y fue aumentando progresivamente el ritmo de su mete saca, ella gemía de placer, pedía más y se mordía el labio, lo estaba disfrutando. Su jefe paró y le dio la vuelta, quedando con una perfecta visión de su riquísimo culo, y en esa posición volvió a metérsela, ya si se la estaba metiendo hasta el fondo y Mayka exclamaba, cabrón que me vas a partir en dos! con los ojos prácticamente en blanco cerca del orgasmo.
Juan Tomas viendo la dificultad que había tenido para penetrarle ese rico chochito, asumió que tendría que conformarse así, sin poder follarse ese culo que tantas pasiones despertaba entre los asiduos a la discoteca, pero ya que lo estaba pasando bien, decidió que la muchacha también era merecedora de pasarlo aún mejor, así que untando su dedo índice de saliva, poco a poco fue introduciéndoselo en el culo a la vez que la follaba y cuando vio que lo tenía suficientemente dilatado le metió otro dedo.
Mayka ya estaba al límite siendo follada por esa brutalidad de polla y con dos gordos dedos follándose su culo también, así que cuando su jefe aceleró un poco más el ritmo y paró con una serie de golpes secos, hizo que tuviera el mayor orgasmo de su vida, aaahh aaahhh! acertaba a exclamar entre los espasmos que estaba teniendo, Juan Tomas tampoco podía mucho más y viendo como ella había quedado rendida encima de la mesa, suspirando y con cara de placer no tuvo más que sacarla, darse un ligero meneo y rápidamente empezó a brotar de su polla varios y potentes chorros de espesa leche que acabaron en parte de la espalda y todo el culo de Mayka.
