Su nombre era Jazmin, al igual que yo tenía 18 años, conviví con ella desde 3° de primaria, vivimos el cambio de niños a adolescentes, ella siempre fue guapa, y siempre fue muy allegada a mi, viviamos relativamente cerca, lo cual nos dió mucho tiempo de convivencia.
Comencé a andar con ella en el verano del 2006, en el cambio de 4° y 5° semestre, y la verdad es que nos habíamos tardado en tener una relación, pues era tanta la convivencia que teníamos que muchos nos hacian pareja cuando nosotros no lo pensabamos.
Después de un par de meses de relación emepezamos a hablar sobre tener relaciones sexuales, nos queríamos mucho, y deseabamos dar juntos ese paso hacia una nueva vida, sin embargo, ella siempre decía no estar lista, cada vez que tenía oportunidad yo trataba de ir un poco más allá, intentaba seducirla de a poco, tocarla, pero siempre me terminaba deteniendo, hasta que llegó el dia….
Lo recuerdo con claridad, era un viernes, una mañana muy lluviosa, ese día, mi mama me dejó la camioneta para llegar a la escuela, pase a dejar a mi madre a su trabajo y me encaminé a la preparatoria, las distancias no son muy grandes en mi pueblo pero me dieron el tiempo suficiente para llamar a Jazmin y preguntarle si queria que pasara por ella, a lo cual respondió que si.
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Lluege a su casa, ella me esperaba en el portico protegiendose de la lluvia, llevaba el uniforme de la preparatoria, zapato negro escolar, calceta blanca a media pantorrilla, la faldilla gris que deberia ir a la rodilla pero ella la usaba a media pierna para mostrar algo, una blusilla blanca y un chaleco rojo, que apenas y disimulaban sus curvas y pechos abultados, y por supuesto, su carita de ángel, una sonrisilla timida y sus hermosos ojos azules; me bajé rapidamente y le abrí la puerta para que se subiera a la camioneta mientras sostenia su paraguas.
Al subir a la camioneta le dí un tierno beso en los labios de saludo, arranque el vehiculo con dirección a la preparatoria, en el trayecto de un par de minutos, hablamos de cosas de la escuela, llegamos y trate de estacionarme lo mas cerca a la entrada, la lluvia se habia vuelto torrencial, sali del carro y paraguas en mano abrí su puerta, salio y casi corrimos hasta nuestro salón que para mala suerte era el mas alejado de la entrada, cuando llegamos, yo estaba empapado, pues caballerosamente la cubrí a ella con el paragüas.
Cruzamos la puerta del aula solo para darnos cuenta que no había nadie en el salon de clases pese a que la sesión habia iniciado por lo menos 5 minutos antes, en lugar de eso había un letrero en el pizarron que decia “se suspende la clase de español por que la maestra no podrá asistir por motivos de salud”, bendita noticia, pues la sesion era de dos horas y se ligaba con un descanso de 45 mins, por lo cual teniamos casi 3 horas libres.
Jazmin y yo nos miramos con una sonrisa socarrona, salimos del salón y regresamos a la camioneta (me termine de empapar la ropa), al subir le dije que si quería que la llevara a su casa, porque yo era mas que obvio tenia que ir a la mia por un cambio de ropa, me dijo que mejor fueramos a mi casa, ya que yo perdería tiempo en llevarla a ella y regresar y que podía resfriarme por la ropa mojada.
Las cosas se acomodan siempre, y siempre es por algo, esa mañana suspendieron la clase, y un dia antes mis abuelos que tambien vivian en mi casa, habían salido a Guadalajara, mi madre estaba trabajando por lo que yo tenía completamente solo el inmueble para mi.
Conduje hasta mi domicilio, que he de mencionar, esta en las afueras del pueblo, rodeado de campos de cultivo de maiz principalmente, al llegar, la lluvia no habia aflojado para nada, así que repetí el ciclo de caballerosidad al bajar del carro y abri la puerta, yo estaba realmente hecho una sopa, pero Jazmin estaba seca, la caballerosad habia rendido frutos.
La invite a pasar, y le dije que me esperara para cambiarme, ella sonrio y se sentó en la sala, yo subí a mi habitacion en la segunda planta, me quité la ropa mojada y la deje en una esquina fuera de mi cuarto, cuando abrí mi guardarropa para sacar un nuevo cambio seco, sentí unas manos cálidas que acariciaron mi espalda llegando hasta mi pecho, me sobre salte y me giré rapidamente, pero para mi sorpresa me topé de frente con Jazmín, quien había botado sus zapatos escolares y me habia seguido a mi habitación sin hacer algún ruido que me alertara.
La besé con ternura, pero de inmediato se convirtió en fuego, la pegue a mi cuerpo semi desnudo, solo cubierto en la entrepierna por la fina tela de un boxer, ella respondío a mi beso con la misma pasión que me habia encendido, la pegue a mi cuerpo para sentirla cerca, y me tiré sobre ella en mi cama, intentó zafarce pero no se lo permití, al contrario la besé con ahinco, mientras le quitaba el chaleco del uniforme y desfajaba su blusa, deslicé mi mano bajo su prenda superior acaricié su abdomen, y sus curvas, ella hacia lo propio con mi espalda y mi pecho, note como su piel blanca se tornaba rojiza, como con cada caricia su respiración se agitaba, en mi caso, mi verga ya habia despertado, y formaba una muy notoria carpa con el boxer que la cubria, no podía disimular mi erección, pero no me importaba, sabía que ese podia ser el momento que tanto había esperado.
Las manos me temblaban entre la ansiedad y los nervios, pero como pude fui desabotonado su blusa, cada botón que quitaba me dejaba ver un poco mas de ese cuerpo que deseaba desde hacia tiempo, ese cuerpo con el cual yo quería volverme a un hombre y que pertencía a una niña que yo quería volver mujer; terminé de desabotonar su blusa, la quite con delicadeza mientras rozaba con mis labios su cuello y hombros, Jazmin gemia levemente, me susurraba que parara, pero sus acciones y todo su cuerpo me sugerian lo contrario, no supe como ella sola se quito las medias, yo seguía besandola y con mis torpes manos inexpertas intentaba desabrochar su falda escolar, despues de varios intento fallidos, sus manos remplazaron a las mias, desabrocharon la faldilla y fue a parar al piso con las demas prendas.
Me separe un poco para admirarla, verla así en ropa interior era toda una vision que no se comparaba en nada con las muchas veces que la imagine para dedicarle una paja, sus piernas tersas, largas y torneadas, remataban con un culazo esplendido, redondido, de buen tamaño, con esas nalguitas bien paradas que ya en mas de una ocasión habia aporreado, pero que hoy por fin las disfrutaría, sus bragas azul claro, dejaban notar una mancha de humedad provocada por la existacion que la embargaba, subir por su delicado abdomen plano, ver esas pronunciadas curvas en su cintura, hasta llegar a un par de pechos cubiertos por un sencillo brassiere blanco que apenas y disimulaba sus pezones ya duritos.
Me lance sobre ella, la ansiedad del momento me embargaba, y a ella tambien, pues me beso como nunca antes lo había hecho, con la inexperiencia que se tiene de jovencillo, desabroche su brassiere, pero no paré allí, baje hasta sus bragas y las quité sin más, ella aún intentaba convencerce de que lo que hacíamos no era correcto, pero ya era victima al igual que yo del gran deseo por experimentar y descubrir el maravilloso mundo del sexo.
Entonces pude admirarla desnuda completamente por primera vez, sus pezones, rosados, coronaban ese par de tetas que tantas veces soñe con chupar, y en su entrepierna una vagina igualmente rosita perfectamente depilada dejaba notar un ligero brillo por los jugos que salian de ella, si bien, en un par de ocasiones había deslizado mi mano para tocar tanto sus pechos como su concha, no se podía comparar en lo mas mínimo con la fantasía que era verla completamente desnuda, yo estaba embelesado, ni en mi mas cachonda puñeta, había imaginado semejante perfección.
Volví a reaccionar cuando Jazmin se incorporó un poco para quitarme el boxer, sus manos temblaban tambien por el nerviosismo pero con calma lo bajó y dejó al descubierto mi bien erecta verga, abrió los ojos sorprendida, si bien ya antes la había tocado por encima y por debajo de mi pantalón, no pudo evitar tener esa expresión al verla, y es que no es por presunción pero creo que soy bien dotado, tomó con delicadeza mi pene entre sus manos y comenzó a moverlo, por primera vez una mujer me hacía una paja, y su inexperiencia me exitaba más, lo hizo por un par de minutos hasta que la detuve, yo no quería eyacular aún, la tire sobre la cama, abri con cuidado sus piernas y comencé a besarlas, luego dirijí mi boca a su concha.
El sabor prohibido de los dioses fue lo que me encontré al empezar a degustar del manajar que me ofrecía, mi lengua tan inexperta como yo en esos enceres, descubria un universo nunca antes explorado por ningun otro hombre, yo era el primero en esa tierra prometida, Jazmin gemia con cada sensación que yo le daba, sus voces entre gemidos ya no eran para que me detuviera sino para que siguiera, para que la volviera loca de placer, para que le ayudara a descubrir todo ese conjunto de senaciones nuevas.
Estube allí, chupando, mordiendo, besando, disfrutando y haciendola disfrutrar por una rato que me pareció eterno, encones ella me llamó, me pidió que subiera, que me postrara de frente a ella, la obedecí, mientras subia, recorrí su cuerpo a besos hasta llegar a sus labios, hasta que nuestras miradas quedaron fijas una de la otra, la besé con ternura, con pasión, le dije que la deseaba, que quería hacerla mia, que queria volverla mujer entre mis brazos y que yo quería ser hombre entre los suyos; mi pene estaba duro a reventar y se endureció más al sentir el roce con su mojada concha, baje mi mano y con suavidad apunte mi verga a la entrada de esa cueva nunca antes explorada, la cabeza de mi falo sintio el calor y yo me estremecí, Jazmin tambien lo hizo, me abrazo con fuerza, con un susurro me dijo que lo hicero despació que la volviera mujer, mi mujer.
Comencé a penetrarla con lentitud, de verdad que estaba cerrada, me costaba intruducir mi verga en su interior, ella gemia con mas dolor que placer al sentir cada milimetro que entraba, en mas de una ocasion me detuve y le sugerí parar, pero ella se negó, me pidió no determe, solo hacerlo lento y suave, si bien sentía algo de dolor el placer y la emocion eran mayores y la invitaban a seguir.
Llegó entonces el tan esperado momento, mi verga topo con su himen, esa delgada capa virginal que representaba lo especial del momento, si lograba pasarla no abría marcha atras, Jazmin dejaría de ser una niña y se volvería una mujer, yo tenía el privilegio de ser el hombre el dar ese paso, que tambien era el mismo para mi.
¿Estás lista? le pregunte al oido, si, fue su respuesta, tomamos una gran bocanada de aire, y empece a empujar con fuerza pero con delicadeza, atento a cualqueir reaccion que me indicara que no podía seguir adelante y que era mejor parar, poco a poco sentí como fui desgarrando su interior, Jazmin grito y me clavó las uñas en la espalda, intenté salirme porque tuve miedo de haberla lastimado, pero al intentar retroceder sus piernas me abrazon y me llevaron hasta clavarla a fondo.
Me quedé quieto dentro de ella, mi pene palpitaba, y ella hacia muecas de leve dolor, le dije que me saldría, que podría haberla lastimado, pero su respuesta fue quedate adentro, empieza a pasar el dolor y a sentirse bien, la obedecí para relajarla la acaricié y seguí diciendole cosas lindas al oido, cuando se relajo y cualquier muestra de dolor dejo su cuerpo, empece a bombear, meter y sacar mi verga, al principio la noté incomoda pero luego se relajo y ahora sí comenzó a gemir de placer.
Estuve penetrandola así en la posción de misionero, inexpertos como eramos, no queríamos detenernos para encontrar otra posición, mi pene entraba y salia casi en su totalidad aunque mi bombeo era suave pero constante, estubimos así un rato, la verdad no se si fue mucho o poco, pero nos pareció eterno.
La ví sonrojarse, y su respiración se agito, me pidió que la clavara con mas fuerza y mas rapido y que no me detuviera, se estremeció, clavó sus uñas en mi espalda y grito de placer con fuerza, si alguien hubiese estado cerca seguro la habría escuchado, los espasmos en su vagina aprisionaban mi pene, al punto que empecé a sentir como la electricidad recorria mi cuerpo y se concentraba en mis huevos para despues subir por mi verga, yo sabía lo que venía, terminaría corriendome dentro de ella, quise salirme pues no llevaba puesto condón alguno, pero mi cuerpo no respondió a lo que mi ligera conciencia sugería, al contrario, clavé lo mas adentro de su concha mi pene, y descarge chorros y chorros de semen dentro de ella, Jazmin lo disfrutó, cada disparo le provocaba un grito de placer, hasta que se dió cuenta de lo que acababa de pasar.
Me miró algo asustada, trato de moverse para que mi pene saliera, pero no se lo permití, se sentía bien estar allí adentro y yo no quería que terminara, la abrace con fuerza, y le dije que no se preocupara que todo estaría bien, con algo de desconfianza se calmó; me pidió que me saliera despues de un rato pues dijo que le dolia un poco, al salir note que mi pene estaba empapado de una mezcla de semen y sangre, en la colcha de mi cama, había un par de gotitas de sangre tambíen, y la misma mezcla que rodeaba mi verga, emanaba de su conchita, tome un par de pañuelos para y me limpie al igual que lo hizo ella, retiré la colcha pues empezabamos a sentir el frio por la lluvia, nos metimos debajo y nos abrazamos, Jazmin se veía feliz, la besé, le dije lo maravilloso que había sido y que siempre lo recordaría (y es verdad).
Nos quedamos dormidos, desnudos juntos, al punto que no regresamos ese dia a clases, llamo a su casa para avisar que no iría a comer argumentando que mi familia la había invitado a hacerlo en mi casa, estuvimos juntos todo el dia, recordando el momento, acariciandonos, amandonos.
El par de semanas siguientes hasta la llegada de su periodo nos parecieron eternas, conforme la fecha se acercaba los nervios apretaban, estabamos asustados, pues nuestra primera experiencia sexual no habiamos tenido protección alguna, y por miedo al “que dirán” (tipico de un pueblo donde todos se conocen) no buscamos otro metodo de emergencia, afortunadamente todo siguió con naturalidad, su periodo llego en dia y hora, y despues de nuestra primera experiencia sexual, y el sustillo que nos llevamos, decidimos hacer caso omiso de futuras críticas y comenzamos a cuidarnos.
Andube con Jazmin durante casí 3 años, hasta que las ocupaciones en la universidad nos absorbieron a tal punto que la relación se estaba volviendo insostenible, para evitar terminar como enemigos, preferimos cortar por lo sano y dejarnos, que cada quien siguiera su camino y si el destino nos quería juntos ya vería la oportunidad de hacerlo, he de decir que durante todo el tiempo que andube con Jazmin, descubrimos juntos muchas cosas del maravilloso mundo del sexo que ya habrá tiempo de contar despues, si bien en la actualidad parecemos dos extraños por esas causas que solo el destino conoce, yo le guardo un cariño especial, y se que ella en el fondo también lo hace.
